El pescador
Pesca niebla. Todas las mañanas. Le gusta subir a los tejados justo cuando empieza a aclararse el mundo, y esperar a que amanezca sentado en el borde de cualquier chimenea. Le gusta ver salir el sol y desperezarse a los pájaros. Saca su caña ñes una caña especial, no es cualquier caña, y es que la niebla no es tan fácil de pescar como pareceñ y prepara los aparejos. Le gusta pescar con guantes, y un sombrero pequeño, caliente. Lanza el sedal con fuerza. El anzuelo se pierde entre la niebla. Cuando lo pierde de vista y no hay forma de ver ninguna de las plumas de colores que siempre lo rodean ñlas plumas son imprescindibles para pescar nieblañ se relaja, sabe que tendrá una buena jornada.